Tras unas semanas enfangados en el mundo del fútbol y sus interesantes fines de semana, entramos en un período de balances del año a todos los niveles. Y no me gustaría que un blog que lleva por nombre Carreras, Fútbol & Blogs no tuviera un post que hablara del que para mí es el personaje deportivo del año.
Marc Márquez tiene 18 años y a simple vista es como cualquier chaval de un pueblo de Lleida. De hecho nadie puede ver, ni captar "a priori", el gen competitivo que lleva dentro en un primer vistazo. En eso me recuerda mucho a Iker Casillas, no le ves nada especial hasta que se pone debajo de una porteria. Es entonces cuándo ves el ángel que lleva dentro. No se puede explicar qué es, ni en qué momento aparece, pero son deportistas que tienen un plus respecto al resto y la diferencia es que en los momentos cumbre sacan algo más, un extra que les convierte en héroes de su deporte.
La primera vez que le vi correr tenía quince años y una moto que no era la mejor de la parrilla, pero que cuando abría gas era lo suficientemente potente para pelear por los puestos de cabeza. Una KTM que tenía potencial para estar entre los diez primeros, pero que en las rectas era claramente superada por las Derbi y las Aprilia. Casi todas sus carreras se resumían en pelea entre los primeros y al suelo. Y la siguiente igual. Y la siguiente... Así hasta que logró su primeros buenos resultados. Allí se empezó a vislumbrar que podía ser un gran piloto, pero aún no había enseñado su potencial. Las caídas se lo impedian.
En 2010 lo ganó todo, o casi todo. Pero fue algo más que un Campeonato del Mundo. Fue el nacimiento de una estrella. Los pilotos de motociclismo son héroes para los fans. Pues ese día subió a la categoría top de héroes del Motociclismo. Se cayó, se fue al suelo, se levantó, salió el último y volvió a superar a todos. Tenía la mejor moto, pero tenía algo más, algo que muy pocos tienen. Tenía la luz que lleva dentro. Esa chispa competitiva, esa voracidad por competir, que le convierte en la mayor esperanza del motociclismo español.
En 2011 volvió a repetir la misma fórmula que en 2009. Competía y caía. Competía y caía. Se cayó tres veces seguidas en sus tres primeras carreras en Moto2. Para él las carreras son, o ganar, o al suelo. Y así sucedió otra vez, en la cuarta carrera ya celebraba su primera victoria. Y lo hacía con autoridad. A partir ese momento dominó el Mundial y Bradl lo sabía. Volvió a ponerse el traje de héroe para realizar 35 adelantamientos tras una sanción. La caída en Malasia impidio que terminará la temporada como Campeón del Mundo, pero para todos los que vimos su dominio de la temporada se convirtió en campeón moral de la categoría
En 2012 todo es una incognita, los rivales serán más y mejores. Solo de una cosa estoy seguro: volverá a ponerse el traje de héroe y sacará la luz que lleva dentro.
Nos vemos la semana que viene.
Un saludo
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