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lunes, 30 de enero de 2012

Gigantes de la competición


Cuando compites hasta el limite de tus fuerzas, cuando la diferencia entre ganar o perder es el tiempo que vas a estar encima de la pista, cuando persigues la victoria como si te fuese la vida en ello, cuando nunca desfalleces, cuando el sudor te ciega los ojos, cuando el rival te dice una y otra vez en cada golpe “soy mejor que tú”.

Sólo en esos momentos emerge lo único que te agarra a la pista. El corazón. El límite del esfuerzo en la cabeza establece la frontera, el cansancio a mitad de partido, cuando la piernas te agarrotan, cuando el hielo es tu consuelo en cada descanso. Cuando tienes delante al mejor restador del mundo. Cuando el rival te hace más grande.

Djokovic es un jugador de capacidades estratosféricas, una máquina de golpear la bola, un restador que te lleva a responder a un palmo de la línea, un tenista enorme que sabe hacer la goma como nadie en los partidos. Es una de las cualidades que más sorprende en el serbio y la que más duele de reconocer. Es combativo, es temible, es como el malo que nunca muere, cuando lo tienes en el suelo a punto de rematarlo, saca su orgullo, su tenis, sus restos matadores. Y te deja frío, en el suelo, como un asesino, te ejecuta.

Cuando el rival te hace más grande

Nadal es español y lo lleva en el ADN. Es luchador hasta el final, tiene una fortaleza mental como ninguno y una manera de resistir inigualable en el tenis mundial. Ahora tiene una roca enfrente que roza la perfección, Nole ha subido el tenis de nivel y le obliga a ser otro, otro diferente, otro Rafa. Lo que le valía para Federer, no le vale para Novak. Lo que le da para ganar al 99% del tenis mundal, no vale para el serbio. Seis horas y media de final lo atestiguan.

Trabajo, trabajo y trabajo. Su entrenador, Toni Nadal, lo dice en todas las entrevistas, dice que esta vez  han estado más cerca. Están trabajando en ello, en las debilidades de Nole, en como modificar la forma de jugarle en las finales de Grand Slam. Perder siete finales con un mismo rival, le come la moral a cualquiera. A Nadal, no. Sabe que está cerca y sabe que lo va a encontrar. Ahora sólo le queda una cosa, seguir trabajando.

Nos vemos la semana que viene.

Un abrazo,

lunes, 23 de enero de 2012

Defendiendo a MOU (de El País y de Marca)


Alucinante. El espectáculo mediático montado en torno a la figura del entrenador del Real Madrid, no se ha visto nunca en España. El entorno del equipo madridista dispara contra Mourinho a discreción. Desde el grupo Prisa se mantiene la misma tendencia, la moralidad como unidad de medida del personaje. Desde el grupo Unidad Editorial, el brusco cambio de rumbo se debe al planteamiento frente al Barcelona. Objetivo: echarlo del Madrid.

El País, como punta de lanza, dispara desde todos sus flancos. Todos los artículos de opinión dejan caer algo de forma natural: la demonización de Mourinho. La teoría actual que pregonan es que el madridismo ha estado ciego todo este tiempo, algo que sólo ellos veían con anterioridad. Es un demonio. Un demonio porque se atreve a jugar defensivamente ante el Barcelona. Un demonio que osa intentar pasar una eliminatoria ajustando un resultado. Un demonio que maltrata a los grandes jugadores de la selección española. Lo peor.


El giro de linea editorial realizado por el diarío Marca, es uno de los casos más extraños en el periodismo en mucho tiempo. Era lamentable cuando dirigido por Eduardo Inda ensalzaba a Mourinho, cuando aún no había hecho nada en el Madrid. Ahora que lo lleva líder, que ha ganado 22 de los últimos 24 partidos, con medias de 4 goles por partido, resulta que hay que echarlo. Es probable que el gusto del entrenador portugués, no sea el mismo que el del cronista estrella, Santiago Segurola, pero de ahí a la puñalada de la portada del domingo, media un abismo.

La campaña de Diego Torres (periodista de El País), es la campaña más feroz que he leído en un medio de comunicación de información general contra una persona. Todo lo hace mal. Mourinho es una especie de personaje maléfico que se dedica a maltratar a sus futbolistas, a intentar que la selección española pierda y por supuesto a desear el mal a los demás. Es una mala persona. El Madrid ha fichado a un entrenador por una razón, para ganar títulos, no por sus bondades personales, sino por sus aptitudes profesionales.

El caso de Marca, es el más oportunista. Que publiquen una información contrastada no es criticable, sí lo es que aprovechen una traición en el vestuario para atacar al entrenador. La información es muy probable que se filtrara desde una fuente interesada. Con un objetivo, hacer daño a Mourinho. Enfrentarlo a los jugadores. Se crítica a Mourinho porque no cumple las leyes morales (entendidas como aquellas que imponen los medios). Eso sí, resulta que es muy moral utilizar información de dentro del vestuario, por alguien que está molesto con él.

Mourinho no es un modelo de comportamiento

El entrenador portugués no es precisamente un modelo de comportamiento. Es arrogante, le cuesta mucho reconocer sus propios errores y no digiere nada bien la derrota. Lo que le hizo a Tito Vilanova es censurable, al igual que su actitud condescendiente con el pisotón de Pepe. Es verdad que contra el Barcelona le entran ataques de entrenador y el planteamiento es muy defensivo, demasiado para el estómago de los seguidores del Madrid.

Todos estos defectos los manifiesta el portugués en su comunicación, desde su portavocía del club. En cuanto a su capacidad técnica. Quién puede dudar de este Real Madrid, un equipo con una racha de victorias fabulosa. Con problemas para ganar al Barcelona. ¿Qué equipo no tiene problemas con el Barcelona? El Manchester, el Arsenal, el Bayern de Munich... Pero el Madrid está cerca, tan cerca como que le saca 5 puntos. ¿Es todo esto criticable? 

Hablar de la masa social del Madrid, es muy complicado. Es tan amplia, que caben opiniones de todo tipo. Lo que sí se sabe por parte del madridismo, es que quieren acabar con el reinado actual del Barcelona. Eso solo pasará cuándo el Madrid comience a ganar títulos. Y con Mourinho, está en el mejor lugar para conseguirlo.


Nos vemos la semana que viene.

Un abrazo,

lunes, 16 de enero de 2012

La Real Sociedad y su falta de carácter



Esta semana pasada, más que ninguna otra noticia, me ha llamado la atención la reacción de los seguidores de la Real Sociedad al 6 a 1 recibido en Mallorca. Historia del fútbol, a partir de ahora. El resultado fue llamativo, pero más sorprendentes fueron las reacciones entre los seguidores de la Real “para el mundo del fútbol será una sorpresa, pero no para los seguidores de la Real, sabemos que sólo nuestro equipo es capaz de hacer estas cosas”.

Al equipo se le acusa de no tener carácter. No es necesaria mucha disertación para sentir nostalgia del aguerrido equipo de los 80, pero estamos ante una nueva Real Sociedad, una que se refleja como un espejo con la actual sociedad de San Sebastián y alrededores.

Los actuales canteranos de la Real Sociedad no se distinguen por ser aguerridos, se distinguen por su calidad. En el equipo y su entorno se lleva esperando varios años ya, el medio centro que devuelva a los realistas a la lucha por Europa, y van pasando muchos, uno tras otro: Markel Bergara, Elustondo, Zurutuza, y ahora la nueva esperanza es Illarramendi.

No parece que la Real tenga problemas de cantera. Tiene jugadores de buen nivel para competir en primera división. La falta de carácter es, en realidad, el gran problema de este equipo. Fabrica jugadores con calidad, pero sin carácter. Y quizás sea un problema endémico, porque no le pasa a un jugador, sino a la mayoría. La solución pasa por comprarlo, a un precio razonable. El mercado está para solucionar las carencias. 

La falta de carácter, no es un problema para Antoine Griezmann, que va sobrado. Sus problemas son otros. Criado fuera de Gipuzkoa, tiene tanta calidad que a sus 20 años se le ha subido el éxito a la cabeza. Es tarea del entrenador y los capitanes, ayudar a que el chaval ofrezca el nivel de los últimos partidos, es el jugador del equipo que más aporta cuando está enchufado, tal y como ocurrió en Mestalla.

Imanol Agirretxe reúne unas condiciones perfectas para ser el delantero centro titular del equipo. Tiene un futuro espléndido por delante. Es un nueve de los de antes, de los que ya no quedan. Tiene un despliegue físico importante, y lo remata todo. Puede dar un un rendimiento a la Real Sociedad, como ningún otro.

Xabi Prieto es el jugador con más calidad de la plantilla. Es por esa razón que también es el que más cobra. La diferencia con el resto de jugadores es que tiene la responsablilidad de imprimir carácter al equipo. También debe decidir partidos. Lo preocupante es que no hace ni una cosa, ni la otra. Tiene condiciones para ser el líder de este equipo, pero la falta de liderazgo le resta influencia en el vestuario y en el juego. Debe cambiar de actitud.

El Entorno

Como en casi todos los clubes, la actual Real Sociedad tienen un entorno muy influyente. El sistema establecido en Gipuzkoa está bastante claro. El poder económico reside en la Kutxa y el poder persuasivo sobre la afición realista en el Diario Vasco. Estos hacen y deshacen a su antojo. Ponen y quitan presidentes. Así sucedió con la sustitución de Iñaki Badiola por Jokin Aperribay al frente de la Real. El actual consejo es afín a los poderes fácticos de Gipuzkoa, y por lo tanto apoyado desde todos los frentes económicos y sociales. Mientras esto siga así, el equipo seguirá careciendo de dirigentes "libres" para la toma de decisiones en beneficio del club.

La exigencia del equipo en los medios afines al consejo es muy baja. En otros equipos ante un resultado de escándalo como un 6-1, la directiva, el entrenador y los jugadores saldrían muy dañados y vilipendidados. En la Real, no. En la Real nunca pasa nada. La anestesia funciona con el entorno y con la afición. En el próximo partido en Anoeta ante el Atlético de Madrid veremos si la afición se ha cansado de la falta de carácter del equipo.

Una victoria en Mestalla, no puede esconder las carencias del cuadro txuriurdin. Un déficit que la Real Sociedad debe arreglar si quiera aspirar a cotas mayores, algo más que mantenerse en Primera División y tener como único aliciente hacer un buen papel en la Copa del Rey.

Nos vemos la semana que viene.

Un abrazo,

lunes, 9 de enero de 2012

El Espanyol no se rendirá jamás


El Espanyol es un gran club. Un club con historia, con grandes gestas, con unos jugadores que sienten los colores y con una afición entregada a su equipo. Es un club en el que la cultura futbolística ha crecido a la sombra de la dictadura informativa del Barcelona. Quien no haya vivido en Catalunya, poco puede comprender del ostracismo al que someten año tras año los medios locales a un equipo con 35.000 socios y una masa social relevante en todos los niveles.

La afición del Espanyol vibró con su equipo desde el principio hasta el final. El ambiente vivido en Cornellà fue una oda al fútbol. Hoy es un buen día para acercarse un poco más a la historia de este gran equipo y para entender la gran rivalidad que mantienen los aficionados del Espanyol frente al Barcelona. También parece un momento propicio para entender lo que significó el empate de Álvaro en el minuto 88. Un poco de historia nunca viene mal: 

“El Espanyol nació bajo el nombre de Sociedad Española de Football debido a que todos sus componentes eran catalanes o del resto de España, en contraposición con algunos equipos formados en su mayoría por extranjeros. Los orígenes de esta rivalidad se remontan a principios del siglo XX, cuando el conjunto azulgrana no permitía jugar a futbolistas españoles en el equipo, cosa que sí hizo desde su fundación, en 1900, el R.C.D. Español. Fue precisamente el 23 de diciembre de 1900 cuando se disputó el primer encuentro entre ambos clubes, un partido que acabó en empate a cero. Tras este partido se han sucedido muchos más y con ellos fue aumentando la rivalidad entre clubes y aficionados”.

El partido

El Barcelona va dando lecciones de fútbol alli donde pisa. La dio en el Bernabeu, se la dio a Neymar y al Santos, pero mira por dónde la lección se la dio ayer el Espanyol. El equipo corrió y jugó al fútbol mejor que el Barcelona, por todo el campo. La sensación de “dominar sin hacerlo” que suele plantear el Barcelona en sus partidos fuera de casa, se diluía cada vez que Verdú agarraba la pelota.

La entrada de Álvaro en el partido, anunciaba que era “el elegido” para el empate. Y así fue. El chaval, que tiene el fantasma de heredero de Tamudo encima, se coló entre los centrales del Barcelona, en un error clamoroso (por extraño) de marca de Carles Puyol, que hasta ese momento había hecho un gran partido.

El estallido de alegria fue espectacular en Cornellá. Un gol que hacía justicia, no solo al resultado, sino que daba su trozo de gloría a todos los seguidores del Espanyol, que día tras día tienen que aguantar la "barçacracia"* instaurada en Barcelona y en sus medios. Algo, que evidentemente, solo puede sufrir quién convive con la prensa deportiva en la que solo se conoce una dirección. Fuera de ella se encuentra el Espanyol de Barcelona, y desde ayer su filosofía de no rendirse jamás está mucho más justificada.

Nos vemos la semana que viene.

Un abrazo  

*Barçacracia: Doctrina política sostenida por un conjunto de órganos gubernamentales subvencionados con fondos públicos formado por TV3, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona con un objetivo común: ayudar al Barcelona cueste lo que cueste, en detrimento del resto de equipos catalanes.