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lunes, 13 de febrero de 2012

Zeus y el Olimpo de los Dioses


Vaya por delante que Josep Guardiola me parece un entrenador fantástico, con unas ganas de innovar en el mundo del fútbol, admirables, y que su curriculum en sus tres años al frente del Barcelona, habla a las claras de las aptitudes de un grandísimo líder de vestuario. Hoy no voy a perder mucho tiempo en analizar si acierta o se equivoca en sus decisiones, ya que considero que como cualquier mortal, hay días en los que está mejor que otro. Y que hay muchos más días en los que acierta que en los que se equivoca, pero no me gustaría pasar por alto el endiosamiento y la canonización del entorno barcelonista en torno a su persona.
Ramón Besa, afamado periodista de El PAIS,  estaba especialmente dolido en los micrófonos de la cadena SER, ayer noche. El problema no era qué se decía de un Barcelona que estaba a 10 puntos del Madrid, sino que se dudara de la ejemplaridad de Guardiola. El entrenador había perseguido al linier los últimos diez minutos de partido acusándolo de tragarse un fuera de juego, llegando a abrazarlo recordándole el error que había cometido. “Mourinho es mucho peor”, contestaba el periodista. Resulta que para alabar a Guardiola hay que compararlo con Mourinho. Siempre este debate, es una pérdida de tiempo. Es evidente que Guardiola tiene mejores formas y es más educado que el odiado portugués, pero muy cierto es que el entrenador de Sant Pedor lleva diciendo tres años que él no se queja de los árbitros.
Emilio Perez de Rozas y Miguel Rico, defendían a Guardiola en la antena de la COPE. El segundo ya le prometió amor eterno en un tweet el sábado por la noche, cómo si el entrenador necesitara más adhesiones periodísticas del entorno azulgrana. Para los diarios y radios de Barcelona, Guardiola nunca se equivoca, es una especie de mesías que no cometerá ningún error de aquí al final de su etapa barcelonista. La relación es sencilla, no hay exigencia para Pep. No hay errores, no hay plantilla corta, no hay prioridades. Si deja a medio equipo titular en el banquillo es para salvarles de posibles lesiones, si pone siempre a Messi es porque tiene que ponerlo, si salen los canteranos es porque es un visionario, si se gana es gracias a Guardiola y los jugadores, si se pierde es por las lesiones y los árbitros. Zeus y el olimpo de los dioses.
El estado de endiosamiento se escenificó en la rueda de prensa en Pamplona. Guardiola había visto la repetición del gol anulado y había perseguido al juez de línea. Xavi había salido del banquillo a increpar recorriendo 50 metros la banda. Los periodistas no le preguntaron absolutamente nada por ello. Cuando hay un partido importante, Guardiola habla una media de 45 minutos, cuando vienen mal dadas habla 4 minutos. Está en su derecho de hablar lo que quiera o lo que le interese, pero lo que no es de recibo es que se venda como un ejemplo de comportamiento. Es más, no es de recibo que él mismo diga que su propio comportamiento es intachable. El problema es que los que deben juzgarle no lo hacen.
Nos vemos la semana que viene.
Un abrazo.